Bifidobacterias: Un aliado a tener en cuenta.


Acabas de pasar una gastroenteritis, poca cosa, pero no terminas de encontrarte bien; o una infección que te ha obligado a tomar algún tipo de antibiótico; un viaje, o unas semanas llenas de estrés y nervios, en las que has comido rápido y mal. El caso es que no sabes muy bien cómo, pero llegar a tiempo al baño se ha convertido en una obsesión, o puede ser que todo lo contrario (ya me entiendes), pero tienes la tripa que no sabes si es tuya o la del vecino de enfrente.

La toma de probióticos pueden ayudarte a reducir muchas de estas consecuencias, y en concreto las bifidobacterias, que suelen incluirlos. Su papel ha sido revisado y publicado por un grupo de investigadores españoles (Hidalgo-Cantabrana y col, 2017; MicrobiolSpectr 5(3)), en el que destacan su importancia.

La bifidobacterias son las primeras pobladoras de nuestra flora intestinal y conforman el mayor porcentaje de bacterias de los lactantes, y aunque su porcentaje se va modificando y reduciendo, tienen un papel muy destacado en la conformación de la microbiota y en el sistema inmune.

De ahí que sería muy importante que tras un desequilibrio o alteración gástrica, se pudiera recomponer con la ingesta a través de los diferentes alimentos como el yogurt, la soja o el queso.