Ejercicio y Ácidos Grasos, ¿una relación imposible?

Los ácidos grasos podrían estar asociados a un menor riesgo de cáncer de mama. Pero no cualquier tipo de grasa. Nos referimos a los ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA).

Pues bien, parece ser que el consumo de PUFA´s, que puede encontrarse en el pescado y algunas semillas, está asociado a un menor riesgo de padecer cáncer de mama, y tras el diagnóstico, podría tener la capacidad de inhibir en parte, el crecimiento de las células del tejido mamario canceroso.

La práctica de ejercicio comparte parte de los efectos "anticáncer" de estos ácidos grasos, como combatir la inflamación crónica, disminuir la masa grasa o mejor la respuesta insulínica, aunque también para las mujeres supervivientes de cáncer de mama, ayuda a mejorar su perfil cardiorrespiratorio, mejora la movilidad y resistencia articular, su capacidad funcional y calidad de vida.

Cada vez son más consistentes los estudios  (Abdelmagid, Mackinnon, Janssen y Ma, 2016; Nutri Metab Insights 9:71-84), que orientan el trabajo sobre estos factores modificables (nutrición y ejercicio).

Que una cuarta parte de los casos diagnósticados de cáncer en el mundo puedan achacarse al exceso de peso y sedentario, no hacen más que dotar de peso e interés esta línea de investigación. Aunque lamentablemente, aún faltaría por determinar la correlación exacta entre la ingesta de PUFA n-3 y la práctica de ejercicio. 




Nota: Beneficios de los PUFAS n-3 y de la práctica de ejercicio que pueden contribuir a reducir el cáncer de mama. Extraído de (Abdelmagid y col. 2016; Nutri Metab Insights 9:71-84).